"Vendido", "Vete con ellos en el autobús"... Así se dirigieron muchos aficionados al míster utrerano cuando salía del estadio. No es justo.
Joaquín Caparrós tiene una carrera intachable, profesional al máximo. Filósofo del "pasito a pasito", Señor de la Constancia, del trabajo y del esfuerzo. Ha sido "traicionado" en Coruña, se le prometió unos jugadores que no vinieron. Está haciendo una temporada "de transición" para volver a hacer al Depor grande. Le está costando sangre, sudor y lágrimas, pero con el tiempo lo conseguirá. Ha tenido mala suerte al enfrentarse al Sevilla F.C. en copa, ya que es "una apisonadora" ahora mismo el equipo de Nervión y, además, siente los colores rojiblanco y no blanquiazul. Pero se debe al Depor, se ha enfadado con su jugadores por el mal partido, el Sevilla F.C. les ha "partido la cara" y él ha seguido luchando con sus once hombres. Joaquín Caparrós no se merece eso. Joaquín Caparrós es un gran hombre. Ánimo míster.

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